Mi querida y amada hija, cómo tengo sed del amor del hombre y cómo ellos tienen sed de Mí. Pero, la división que separa al hombre de Mí, El Dador de Vida, es el mayor enemigo de la raza humana.
Satanás, cuya astucia engañosa ha hecho que cree grandes divisiones en el mundo. El hecho de que esté oculto, le da un gran poder sobre las almas de los hombres. Su influencia maligna crea dudas sobre Mi Existencia en aquellos con poca fe. Convence a otros, que no creen en Mí, de que el hombre es responsable de cualquier elección que haga. Su influencia tranquilizadora, al tentar al hombre, convence a aquellos a los que tiene acceso de que lo malo está bien y lo bueno está mal. Presenta el amor como lujuria; el odio como una forma de deseo; y la envidia y los celos como medios para justificar la destrucción de la vida de otra persona.
Cada idea, cada deseo, cada anhelo y ansia que planta en las almas de los hombres, los lleva al pecado. Tanta infestación entre la humanidad, en este tiempo, ha significado que el amor puro, que viene de Dios, ha sido reemplazado por la lujuria. Todo lo que brota de la serpiente, será presentado en el corazón del pecador como algo bueno. El pecado, siempre es justificado por los pecadores que sucumben al diablo. El pecado, una vez justificado, es entonces glorificado hasta que se asemeja a un gran acto - digno de reconocimiento.
Ay del hombre que se atreve a desafiar a los que glorifican el pecado. El pecador que abraza el pecado, con gran regocijo, influirá en otros para que hagan lo mismo. Hoy en día, la influencia del maligno puede verse en todas partes. Mientras que antes se ocultaban cuidadosamente los actos pecaminosos, ahora no se avergüenzan de presentarlos para que el mundo sea testigo. Todo lo que es aborrecible para Mí está siendo abrazado con gran deleite. Lo incorrecto se presenta como correcto y todo lo que es correcto, según las Leyes de Dios, se considera incorrecto. Cuando el diablo está trabajando, todo será presentado al revés y exactamente lo opuesto a lo que viene de Mí. Sepan que cuando Mi Palabra es declarada errónea, la influencia del maligno ha alcanzado su punto máximo.
Recuerda que después de la Segunda Venida, el purgatorio no existirá. El Cielo y la Tierra se volverán uno y el Infierno se convertirá en la morada de aquellos, que idolatran al diablo, y todo lo que viene de él. Los humos de su maldad y de sus malos caminos han infestado tanto a los que creen en Mí, como a los que Me rechazan. Nadie está a salvo.
La oración, Mis amados seguidores, es vuestro refugio. Mantened Mi Palabra y orad, no por vosotros mismos, sino por aquellos que han entrado en un contrato con el maligno. Necesitan vuestras oraciones, mañana, tarde y noche.
